• El  CoRAI promueve la cooperación con la industria y otras partes interesadas y actúa de enlace con las instituciones europeas. 
  • Durante el evento, se compartieron recomendaciones y perspectivas sobre la movilidad eléctrica, el hidrógeno, los vehículos híbridos y las baterías. 
  • Una  descarbonización con éxito del transporte requerirá que las instituciones europeas, los Estados miembros, la industria y las regiones acuerden directrices comunes para facilitar el cambio a modos de producción más verdes y circulares. 
 
 
Bruselas, 10 de junio de 2021– Las principales regiones automovilísticas de la UE se han dado cita en un evento organizado por el Grupo  Interregional sobre el futuro de la industria del automóvil del Comité Europeo de las Regiones ( CoRAI). Bajo el título “¿Alimentando el cambio climático? Las regiones automovilísticas asumen el reto de la sostenibilidad ”, y con el apoyo de la  FGE, reunió a representantes de los entes locales y regionales, la industria y a otras partes interesadas, que compartieron recomendaciones y perspectivas sobre movilidad eléctrica, el hidrógeno, los vehículos híbridos y las baterías. 
 

La perspectiva europea  

 

La  descarbonización del transporte presenta importantes desafíos y, si bien la pandemia supuso un duro golpe para el sector automovilístico europeo -un 20% menos de  ventas, casi 100 000 puestos de trabajo perdidos y alteraciones en las cadenas de suministro- también aceleró la tendencia hacia la neutralidad climática de la industria. En 2020, se vendieron en Europa más de un millón de vehículos eléctricos y, en el último trimestre del año, uno de cada seis vehículos de pasajeros registrado en la UE era eléctrico. Una tendencia que se acelera, pero que necesita coger aun más velocidad para llegar a la reducción en 2050 del 90% de las emisiones de gases de efecto invernadero producidas por este sector, puesto que es preciso recordar que el transporte por carretera es el responsable de la quinta parte de las emisiones totales de la UE.
 
La automoción, al considerarse un sector estratégico, está siendo objeto de múltiples medidas para afrontar el reto de la transición ecológica:
 
  • Alianzas industriales, que aceleran el desarrollo de nuevas actividades y atraen la inversión privada. Un buen ejemplo de esto es la alianza de las baterías presentada en 2017. En 2020 se presentaron las alianzas europeas para el hidrógeno limpio y para las materias primas, y la actualización de la Estrategia industrial europea señala que la Comisión apoyará nuevas alianzas industriales en sectores estratégicos cómo el de los procesadores y  semicondutores.
  • Proyectos importantes de interés común europeo ( IPCEI, por sus siglas en  inglés), de carácter trasnacional y de importancia estratégica para la UE. Estos abordan deficiencias del comprado y determinados retos sociales europeos, por lo que disfrutan de una flexibilidad especial dentro del marco normativo de ayudas  estais. Destacan los  IPCEI que apoyan la investigación e innovación en la cadena de valor de las baterías y el hidrógeno verde.
  • Financiación específica, mediante iniciativas como:
    • Mecanismo de Recuperación y  Resiliencia ( MRR), que entró en vigor el pasado febrero para apoyar la inversión y las reformas en los Estados miembros, allí donde las necesidades derivadas del impacto de la crisis sean mayores. Para acceder a la financiación del  MRR – 672 500 millones de euros, de los cuales 360 mil millones se corresponden con préstamos y 312 500 millones con subvenciones – los Estados miembros tendrán que elaborar Planes Nacionales de Recuperación y  Resiliencia en los que expongan su programa de reformas e inversiones para el período 2021-2023. Cada Plan debe incluir un nivel mínimo del 37% de gasto en el campo climático, por lo que muchos Estados miembros prestaron especial atención a las necesidades del sector de la automoción y a toda la cadena de valor que lo acompaña.  
    • Diferentes instrumentos de la política de cohesión, como el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) o el  Mecanismo de Transición Justa, que podrán apoyar actividades relacionadas con la mejora de capacidades y reciclaje profesional de trabajadores, así como el despliegue de tecnologías e infraestructuras para una energía limpia accesible, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, la eficiencia energética y las energías renovables. También se financiarán inversiones en movilidad sostenible.
  • Revisión de la directiva relativa a la implantación de una infraestructura para los combustibles alternativos de 2014, que irá acompañada de un plan de acción para apoyar el despliegue de infraestructura de recargo.
  • Actuaciones específicas para reducir la dependencia de terceros países, especialmente China, para el suministro de materias primas esenciales como son el  litio, el platino o la silicona. 

 

La perspectiva de las regiones, la industria y otras partes interesadas  

 

Se discutieron los avances de las regiones en la producción del hidrógeno, su aplicación en el transporte y los desafíos que la industria está encontrando en el despliegue de esta nueva tecnología. Eduardo Rivero, representando al Centro Tecnológico de Automoción de Galicia (CTAG), justificó la electrificación de la industria del automóvil alrededor del hidrógeno en vez de la batería por diferentes razones. Según explicó, mientras la batería presenta inconvenientes por los materiales y los procesos necesarios para su fabricación, el hidrógeno tiene ventajas clave como el peso, el tiempo de carga o el rendimiento a bajas temperaturas. Sin embargo, la mayor traba del hidrógeno en la actualidad es la baja madurez en su eficiencia tecnológica, por lo que su aplicación en el sector dependerá de los esfuerzos de investigación e inversión que se realicen en los próximos años. Además, recalcó que la penetración de esta tecnología en el mercado solo será posible si aumenta la infraestructura de recarga.
 
En lo que respeta a las baterías, cabe señalar que los precios descendieron en las últimas décadas y se espera que esta tendencia siga en el futuro. La industria deberá invertir en inteligencia artificial, así como actualizar las competencias de sus trabajadores, ya que el desarrollo de las baterías está vinculado con la informática y la electrotécnica.
 
Muchos expertos, sin embargo, defienden el vehículo  híbrido, dada su madurez tecnológica, como la mejor opción que existe hoy en día para facilitar una transición ecológica que llegue a todos. Así, por ejemplo, el rural no podría depender del transporte eléctrico en la actualidad, pues ni siquiera en muchos entornos urbanos existe la suficiente infraestructura para permitirlo.
 

CONTEXTO 

En Galicia, el sector de la automoción representa más del 13% del PIB y emplea a más de 40 000 personas. Debido a la importancia que tiene en nuestra Comunidad, Galicia forma parte, desde su creación en 2009, del Grupo  Interregional sobre el futuro del automóvil del Comité Europeo de las Regiones ( CoRAI). Se trata de una red informal formada por regiones con intereses específicos en el sector automovilístico que promueve la cooperación con la industria y otras partes interesadas y actúa de enlace con las instituciones europeas.
 
En octubre de 2019, la  FGE formó parte de la organización de la I Cumbre sobre Movilidad Autónoma, contando con la intervención del Vicepresidente segundo, quien remarcó la posición ventajosa de Galicia ante los nuevos retos derivados de la conducción autónoma. También participó el Centro Tecnológico de Automoción de Galicia (CTAG), presentando un proyecto específico sobre movilidad autónoma. Ya en 2020, el  CoRAI organizó un evento en línea sobre el papel de las regiones automovilísticas en la consecución de la transición verde.
 
 
 
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