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Portada » Actualidad » Noticias » Unión Europea » Competitividad »La competitividad de la UE más allá de 2030: una mirada al futuro con motivo del 30º aniversario del mercado único
— La Comisión ha publicado dos Comunicaciones en las que celebra el 30º aniversario del mercado único y expone cómo garantizar la competitividad de la UE a largo plazo.
Bruselas, 17 de marzo de 2023. El mercado único es sin duda el motor de la sociedad y la economía de la UE. Una mayor reducción de las barreras y la integración, especialmente en el caso de los servicios, son esenciales para que el mercado único siga siendo el motor clave de la competitividad de la UE. En el contexto geopolítico actual, la UE se encuentra en un momento decisivo para tener éxito en la doble transición ecológica y digital y seguir siendo un lugar atractivo para las empresas.
La visión a largo plazo de la competitividad esboza cómo la UE puede aprovechar sus puntos fuertes y lograr algo más que salvar la brecha del crecimiento y la innovación. Un marco de la UE orientado al futuro, bien definido y coordinado fomentará empresas prósperas, capaces de competir en el mercado mundial, con empleos atractivos y estableciendo normas mundiales.
El mercado único
Nuestro mercado único es mucho más que un marco jurídico o un simple mercado: es un espacio de libertad, progreso, oportunidades, crecimiento, prosperidad compartida, resiliencia y un medio de proyección geopolítica. Con 440 millones de ciudadanos, 23 millones de empresas y el 15% del PIB mundial, es la mayor zona integrada de mercado único del mundo, al tiempo que sigue siendo una de las más orientadas al exterior.
El mercado único es el principal activo de la UE y el motor de su competitividad. Durante más de 30 años ha contribuido a mejorar la vida de los ciudadanos, ha facilitado los negocios y ha aportado importantes beneficios económicos al aumentar el PIB europeo en un 9%. También es el vehículo para acompañar y garantizar la transición ecológica y digital de Europa. Es la fuente de la integración normativa, financiera y de la cadena de suministro de la UE, que contribuye a crear economías de escala y facilita el crecimiento de las empresas. El Mercado Único es un factor importante de la resistencia económica de Europa durante las crisis y proporciona una palanca geopolítica crucial que impulsa la posición y la influencia de la UE en el mundo.
Sin embargo, el mercado único debe seguir adaptándose a las nuevas realidades y tener en cuenta el entorno geopolítico cambiante, los avances tecnológicos, las transiciones ecológica y digital y la necesidad de impulsar la competitividad y la productividad de la UE a largo plazo.
Se requiere un esfuerzo colectivo, basado en la apropiación conjunta del Mercado Único a nivel nacional y de la UE, para seguir manteniéndolo y profundizándolo, y aprovechar todo su potencial.
De cara al futuro, lo primero y más importante es centrarse de nuevo en:
- Hacer cumplir las normas vigentes sobre el mercado único, con el apoyo de criterios de referencia para abordar los déficits relacionados con la transposición y aplicación de las normas de la UE;
- Eliminar los obstáculos a nivel de los Estados miembros, en particular los obstáculos a la prestación transfronteriza de servicios, y en los ecosistemas industriales con mayor potencial de integración económica (comercio minorista, construcción, turismo, servicios a las empresas y sector de las energías renovables).
A tal fin, la Comisión mantendrá una cooperación esencial con los Estados miembros en el marco del Grupo Operativo para la Aplicación del Mercado Único (SMET) y otros foros de compromiso estructurado con las partes interesadas del sector empresarial. La Comisión también propone establecer un punto de referencia sobre la resolución de un mínimo del 90% de los casos en un plazo de 12 meses presentados a los centros nacionales SOLVIT. Además, la Comisión se propone simplificar las obligaciones de los Estados miembros de notificar las normas nacionales y crear oficinas nacionales del mercado único, entre otras medidas previstas para reducir y prevenir los obstáculos en el mercado único.
Además, debemos seguir fomentando las dimensiones ecológica y digital del mercado único como fuente de innovación, crecimiento y competitividad. Por ejemplo, el enfoque del mercado único garantizará que la UE mantenga su liderazgo en tecnologías limpias y una ventaja competitiva en la descarbonización. A tal fin, la Comisión está estableciendo normas comunes de la UE para ayudar a las empresas a adoptar la economía circular (por ejemplo, normas de diseño ecológico para productos sostenibles, iniciativa de pasaporte de productos), integrar mejor las energías renovables en el sistema energético (por ejemplo, nuevas normas sobre el diseño de la electricidad) y aprovechar al máximo las oportunidades de digitalización (por ejemplo, basándose en las leyes sobre servicios digitales y mercado digital y creando nuevos espacios de datos para la salud y la contratación pública).
La Comisión seguirá supervisando los avances del mercado único con herramientas como el Cuadro de Indicadores del Mercado Único y la Competitividad y el Informe Anual sobre el Mercado Único. Un debate y una reflexión continuos con y entre los Estados miembros y las partes interesadas pertinentes garantizarán que el mercado único siga dando resultados y mejorando la vida de sus ciudadanos.
Impulsar la competitividad a largo plazo
El modelo europeo de crecimiento económico, basado en la competitividad sostenible, la seguridad económica, la autonomía estratégica abierta y la competencia leal, ha sido una fuente de prosperidad durante las últimas décadas. Una fuerte actuación común a escala de la UE ha impulsado la actividad económica y la productividad en el pasado y puede volver a estimular la competitividad y la prosperidad a largo plazo. Para fomentar la competitividad, la Comisión propone trabajar en torno a nueve motores que se refuerzan mutuamente para garantizar:
- Un mercado único operativo, ampliándolo y profundizándolo y fomentando la integración de los servicios;
- Acceso al capital privado y a la inversión mediante la profundización de la Unión de Mercados de Capitales y la culminación de la Unión Bancaria, así como el desarrollo de marcos reglamentarios de la UE en materia fiscal y de servicios financieros que apoyen a las empresas;
- Inversión pública e infraestructuras mediante la reforma del marco de gobernanza económica europea;
- Investigación e innovación mediante incentivos fiscales, asociaciones público-privadas y proyectos a gran escala para reducir el riesgo de las inversiones en innovación, especialmente en los ámbitos clave de las tecnologías limpias, la tecnología digital y la biotecnología;
- Energía mediante el rápido despliegue de las energías renovables, la digitalización de los sistemas energéticos y las instalaciones de almacenamiento de energía;
- Circularidad, fomentando la transición hacia una economía más circular en la UE;
- Digitalización mediante la adopción generalizada de herramientas digitales en toda la economía y un mayor apoyo al liderazgo en tecnologías digitales clave como la inteligencia artificial, la computación cuántica, la microelectrónica, la web 4.0, la realidad virtual y los gemelos digitales, y la ciberseguridad;
- Educación y competencias, desarrollando y reconociendo las competencias como la clave para conseguir empleos atractivos y de calidad, aumentando la participación de las mujeres, los jóvenes y los nacionales de terceros países en el mercado laboral y promoviendo la educación y la formación profesionales;
- Comercio y autonomía estratégica abierta, continuando la apertura de los mercados a las empresas de la UE mediante la profundización de los lazos con aliados y socios comerciales, preservando los principios del comercio justo y abordando los riesgos de forma específica.
Un marco normativo favorable al crecimiento
Además de estos nueve motores, como segunda línea de actuación, la Comisión trabajará activamente en pro de un marco regulador más adecuado para la competitividad y el crecimiento. Como complemento del planteamiento «one-in, one-out» y del control de la competitividad, esto incluirá una metodología para evaluar el impacto acumulativo de las políticas y un planteamiento de la reglamentación más favorable a la innovación. En particular, se dará un nuevo impulso a la racionalización de los requisitos de información en toda la legislación ecológica, digital y económica de la UE, con primeras propuestas para otoño con el objetivo de reducir la carga en un 25 %. La Comisión también seguirá evaluando periódicamente la legislación de la UE para asegurarse de que sigue estando preparada para el futuro y adaptada a sus fines, y para ayudar a los Estados miembros a transponer oportuna y adecuadamente la legislación de la UE.
Contexto
En diciembre de 2022, el Consejo Europeo invitó a la Comisión a presentar propuestas, a principios de 2023, para garantizar la resiliencia y la competitividad de la UE movilizando todos los instrumentos nacionales y de la UE pertinentes y mejorando las condiciones marco para la inversión.
El Plan Industrial Europeo del Pacto Verde, presentado por la Comisión el 1 de febrero, fue la primera respuesta a ese llamamiento. Las propuestas publicadas hoy se centran en proporcionar un entorno más propicio para el aumento de la capacidad de fabricación de la UE de tecnologías y productos con balance cero y de materias primas esenciales, que serán fundamentales para mejorar la competitividad de Europa en la transición a una economía con balance cero.
Esta Comunicación complementa el Plan Industrial Green Deal con un enfoque global y a largo plazo de la competitividad de la UE, en un momento clave en el que se necesita un impulso conjunto de las empresas y los responsables políticos para situar a Europa en el camino correcto hacia la próxima década y más allá.
Más información: Comisión Europea
— Preguntas y respuestas: Visión a largo plazo de la competitividad.
