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Portada » Actualidad » Noticias » Unión Europea » Medioambiente y Clima »La Comisión establece las principales medidas para gestionar los riesgos climáticos a fin de proteger a las personas y la prosperidad
— La Comisión Europea ha publicado una Comunicación sobre la gestión de los riesgos climáticos en Europa.
— La Comunicación indica cómo la UE y sus Estados miembros pueden preveer, comprender y abordar mejor los crecientes riesgos climáticos. Además, explica cómo pueden preparar y aplicar estrategias que salven vidas, reduzcan los costes y protejan la prosperidad en toda la UE.
Bruselas, 12 de marzo de 2024. La Comunicación es una respuesta a la primera evaluación europea del riesgo climático (EUCRA), un informe científico de la Agencia Europea de Medio Ambiente.
En conjunto, ambos documentos representan un llamamiento a la acción a todos los niveles de gobierno, así como al sector privado y la sociedad civil.
Establecen claramente como todos los principales sectores y ámbitos están expuestos a riesgos relacionados con el clima, la gravedad y urgencia de los riesgos y la importancia de saber con certeza a quién corresponde la responsabilidad de hacer frente a los riesgos.
2023 fue el año más caluroso jamás inscrito. Según el informe de febrero del Servicio de Cambio Climático de Copernicus, la temperatura media mundial de los doce meses anteriores había superado el umbral de 1,5 grados contemplado en el Acuerdo de París.
Puesto que la UE está tomando medidas globales para reducir sus emisiones y limitar el cambio climático, también debemos tomar medidas para adaptarnos a los cambios ya inevitables y proteger a las personas y la prosperidad.
Según una encuesta del Eurobarómetro, el 77% de los europeos considera que el cambio climático es un problema muy grave, y más de uno de cada tres europeos (el 37%) ya se siente expuesto personalmente a los riesgos climáticos.
La Comunicación indica cómo la UE puede hacer frente eficazmente a los riesgos y mejorar la resiliencia frente al cambio climático.
La Comisión propone una serie de medidas y colaborará con otras instituciones de la UE, los Estados miembros, las autoridades regionales y locales, los ciudadanos y las empresas para dar curso a sus sugerencias.
Dotar a la sociedad europea de una mayor resiliencia frente al cambio climático
La Comunicación de la Comisión insiste en el carácter esencial de actuar para mejorar la resiliencia frente al cambio climático a fin de mantener el buen funcionamiento de la sociedad y proteger a las personas, la competitividad económica y la salud de las economías y empresas de la UE.
También es una necesidad desde el punto de vista de una transición justa y equitativa. Invertir por adelantado en la reducción de nuestra vulnerabilidad al riesgo climático conllevará unos costes mucho más bajos que los altos importes necesarios para recuperarse de efectos del clima cómo secas, inundaciones, incendios forestales, enfermedades, malas cosechas u ondas de calor.
Una estimación conservadora es que esos daños podrían reducir el PIB de la UE en aproximadamente un 7% a finales de siglo. Las inversiones en edificios, transporte y sistemas energéticos resilientes frente al cambio climático también podrían brindar importantes oportunidades de negocio y redundar de forma más amplia en beneficio de la economía europea, al crear puestos de trabajo altamente cualificados y generar energía limpia asequible.
Para ayudar a la UE y a sus Estados miembros a gestionar los riesgos climáticos, la Comunicación define las cuatro categorías principales de acción que figuran a continuación:
- Mejora de la gobernanza: La Comisión pide a los Estados miembros que velen por que los riesgos y responsabilidades se comprendan mejor y se basen en los mejores datos y en el diálogo. Determinar quiénes son responsables en materia de riesgos constituye un primer paso crucial. La Comisión reclama una cooperación más estrecha en materia de resiliencia frente al cambio climático entre los niveles nacional, regional y local para velar por que haya capacidades técnicas y recursos donde sean más eficaces. La resiliencia frente al cambio climático forma parte cada vez más de todas las políticas sectoriales, pero persisten deficiencias en la planificación y la ejecución a nivel nacional. La Comunicación señala que los Estados miembros están mejorando las medidas de adaptación y han dado los primeros pasos para incorporar la resiliencia frente al cambio climático a sus planes nacionales de energía y clima.
- Mejores herramientas para capacitar a los responsables en materia de riesgos: Los responsables políticos, las empresas y los inversores deben comprender mejor las interrelaciones entre los riesgos climáticos, la inversión y las estrategias de financiación a largo plazo. Pueden mandar las señales adecuadas al mercado para contribuir a colmar las actuales brechas en materia de resiliencia y protección. La Comisión mejorará las herramientas existentes para ayudar a las autoridades regionales y locales a prepararse mejor mediante datos fundados y rigurosos. La Comisión y la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) facilitarán el acceso a los principales datos, productos, aplicaciones, indicadores y servicios de forma detallada y localizada. Para ayudar en situaciones de emergencia, el servicio de alerta de emergencia por satélite de Galileo (EWSS) estará disponible en 2025 para comunicar información de alerta a personas, empresas y autoridades públicas incluso cuando se eliminen los sistemas de alerta terrestre. Las principales lagunas de datos se colmarán gracias a la propuesta de Ley de vigilancia forestal y a la propuesta de Ley de vigilancia del suelo, que mejorarán las herramientas de alerta temprana de los incendios forestales y otras catástrofes y contribuirán a unas evaluaciones de riesgos más precisas. En términos generales, la Comisión fomentará el uso de los sistemas disponibles de seguimiento, previsión y alerta.
- Aprovechamiento de las políticas estructurales: estas pueden emplearse eficazmente en los Estados miembros para gestionar los riesgos climáticos. Tres ámbitos políticos estructurales resultan especialmente prometedores desde el punto de vista de la gestión de los riesgos climáticos en todos los sectores:
- Una mejor ordenación del territorio en los Estados miembros;
- La incorporación de los riesgos climáticos a la planificación y el mantenimiento de infraestructuras críticas;
- y el vínculo entre los mecanismos de solidaridad a nivel de la UE, como el MPCU, el Fondo de Solidaridad de la UE y las inversiones estructurales de la política de cohesión con las medidas nacionales de resiliencia adecuadas.
- Los sistemas y activos de protección civil deben estar preparados para el futuro, mediante inversiones en la gestión del riesgo de catástrofes de la UE y de los Estados miembros, capacidades de respuesta y conocimientos especializados que puedan aplicarse rápidamente más allá de las fronteras. Así deberían integrarse plenamente los riesgos climáticos en los procedimientos de gestión del riesgo de catástrofes.
- Condiciones previas adecuadas para financiar la resiliencia frente al cambio climático: Será crucial movilizar fondos suficientes para la resiliencia frente al cambio climático, tanto públicos cómo privados. La Comisión está dispuesta a apoyar a los Estados miembros para mejorar e integrar la presupuestación de riesgos derivados del clima en los procesos presupuestarios nacionales. Para velar por que el gasto de la UE sea resiliente al cambio climático, la Comisión integrará las consideraciones de adaptación a tal cambio en la ejecución de los programas y actividades de la UE como parte del principio de «no causar un perjuicio significativo». La Comisión convocará un grupo de reflexión temporal sobre la movilización de financiación dirigida a la resiliencia frente al cambio climático. Este grupo de reflexión reunirá a los principales interlocutores de la industria y a representantes de instituciones financieras públicas y privadas para debatir cómo facilitar la financiación destinada a la resiliencia frente al cambio climático. La Comisión pide a los Estados miembros que tengan en cuenta los riesgos climáticos a la hora de incluir criterios de sostenibilidad ambiental en las licitaciones competitivas de contratación pública, por ejemplo, mediante la Ley sobre la industria de cero emisiones netas.
Desde un perspectiva sectorial, la Comisión presenta en su Comunicación propuestas de actuación concretas divididas en seis grandes grupos afectados, a saber: los que afectan a los ecosistemas naturales, la salud, los alimentos, las infraestructuras y el entorno construido, la economía y el agua.
La aplicación del Derecho vigente de la UE es un importante elemento previo a la hora de gestionar con éxito los riesgos en muchos de estos ámbitos, y en la Comunicación se explican las medidas fundamentales.
Aunque la Comunicación se centra en la gestión de los riesgos climáticos en la Unión Europea, esta también actúa a escala internacional a la hora de hacer frente a tales riesgos, y una gran parte de nuestra financiación internacional para la lucha contra el cambio climático se destina a medidas de adaptación.
La Comisión seguirá intercambiando experiencias, conocimientos y herramientas en materia de gestión de los riesgos climáticos a escala internacional y abordará la gestión de tales riesgos en sus conversaciones bilaterales y multilaterales.
Antecedentes
Una aceleración históricamente elevada de las perturbaciones del clima en 2023 coincidió con un calentamiento global que alcanzó los 1,48 °C por encima de los niveles preindustriales, mientras las temperaturas de los océanos y la pérdida de hielo en el Océano Antártico superaron sus plusmarcas por un amplio margen.
La temperatura del aire de superficie subió aún más en Europa, con la última media quinquenal cifrada en 2,2 °C por encima de la era preindustrial. Europa está calentándose dos veces más rápidamente que el resto del mundo.
Para evitar las peores consecuencias del cambio climático y proteger vidas, además de la salud, la economía y los ecosistemas, hay que reducir las emisiones.
Aunque la UE está tomando medidas para disinuir las emisiones de gases de efecto invernadero, los efectos del clima ya nos afectan y los riesgos seguirán agravándose, lo que significa que las medidas de adaptación al cambio climático también son esenciales.
La evaluación europea del riesgo climático indica 36 riesgos principales divididos en los cinco grandes grupos afectados: ecosistemas, alimentos, salud, infraestructuras y economía.
Más de la mitad de los riesgos detectados exigen más medidas ahora y ocho de ellos son especialmente urgentes, principalmente para conservar los ecosistemas, proteger a las personas frente al calor, y a las personas y las infraestructuras frente a las inundaciones y los incendios forestales.
Desde la adopción de la primera Estrategia de Adaptación de la UE en 2013 y de la Estrategia de Adaptación actualizada en febrero de 2021, durante el mandato de la Comisión presidida por Von dar Leyen, la UE y sus Estados miembros avanzaron considerablemente en la comprensión de los riesgos climáticos a los que se enfrentan y en la preparación ante ellos.
Las evaluaciones nacionales de los riesgos climáticos sirven cada vez más para fundamentar el planteamiento de políticas de adaptación. Con todo, la preparación social sigue siendo baja debido al desfase entre el planteamiento y la ejecución de las políticas y el rápido aumento de los niveles de riesgo.
Más información: Comisión Europea
Comunicación sobre la gestión de los riesgos climáticos en Europa