Este mes nos centramos en resumir la respuesta que está dando la UE a la crisis provocada por la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Una vez más, parece cumplirse la célebre frase de uno de los fundadores del que hoy es la Unión Europea, Jean Monnet: «Europa se construirá en las crisis y será la suma de las soluciones que la esas crisis se den». En este caso, la UE está firmemente unida contra la agresión rusa, lo que da un verdadero impulso a la cooperación existente en materia de seguridad y defensa. La escalada de los precios de la energía hace también que por primera vez se aborde la posibilidad de intervenir a corto plazo el mercado de la electricidad y el gas. 

Tal y como nos explicó la Comisión Europea en el último encuentro FGE | Next GeneratiOn Galicia, el refuerzo de la soberanía europea ya era un elemento central de la agenda europea. Ahora, la seguridad de abastecimiento en materia de energía, alimentos y otros sectores es aún más necesaria, por lo que se acelera el proceso hacia la llamada «autonomía estratégica«.

La respuesta masiva y positiva en primera línea para acoger a la población que huye de la guerra da paso al gran reto que supone la acogida de refugiados en toda la UE, que ya duplica en número a anterior crisis de 2015 y 2016, en un momento en que el Pacto Migratorio está bloqueado en el Consejo. De momento, el presupuesto europeo ofrece el Fondo de Asilo y Migración y los fondos estructurales para la acogida de los ciudadanos que huyen de Ucrania, un país con la que la UE mantenía ya una sólida relación de vecindario.