• En la jornada de clausura de la Cumbre Mundial del Clima en Madrid, la conselleira de Medio Ambiente presentó la Estrategia Gallega de Cambio Climático y Energía 2050 y subrayó el esfuerzo realizado para situar a la comunidad gallega a la vanguardia de España y de Europa, convirtiéndola en todo un referente de sostenibilidad.
  • Vázquez recuerda que el Gobierno gallego fue uno de los primeros en afrontar con determinación los principales objetivos marcados por la UE en materia de calentamiento global, gestión de residuos y aprovechamiento de los recursos naturales.
  • En el evento «Galicia resiliente: comunidad y clima», la Xunta expuso sus principales metas y líneas de actuación para afrontar el calentamiento global.
Madrid, 13 de diciembre de 2019. Galicia camina con paso firme y apoyándose en las herramientas más adecuadas para ser una de las primeras regiones en alcanzar el ambicioso objetivo de la neutralidad climática para el año 2050. Así lo proclamó esta mañana la conselleira de Medio Ambiente, Territorio y Vivienda, Ángeles Vázquez, que fue la encargada de conducir el evento «Galicia resiliente: comunidad y clima» organizado por la Xunta en el marco de la Cumbre Mundial del Clima COP25, el encuentro internacional más importante sobre cambio climático que desde el pasado 2 de diciembre reúne en Madrid a más de 50 jefes de Estado y de Gobierno.
Durante la jornada de clausura de la COP, Vázquez presentó las líneas principales de la Estrategia Gallega de Cambio Climático y Energía (EGCCE 2050), aprobada por la Xunta el pasado 3 de octubre y que, durante los próximos cinco años, se pondrá en práctica a través de un plan regional integrado con 170 medidas, que implican a todos los departamentos autonómicos y tendrán una inversión estimada de más de 1.250 millones de euros.
Gracias a esta hoja de ruta para afrontar un problema «global» en clave gallega, el Gobierno autonómico caminará hacia la neutralidad climática -es decir, compensar las emisiones que no pueden ser eliminadas, con las absorciones del propio entorno natural- reduciendo, por un lado, las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) gracias a una apuesta decidida por las energías renovables; y por otro, potenciando la capacidad natural de absorción de carbono de Galicia a través de una idónea gestión de las masas forestales y de los ecosistemas.
«Somos una de las primeras regiones españolas en aprobar nuestra propia guía de actuación en materia de cambio climático. Y también queremos que Galicia sea una de las primeras regiones de Europa en lograr reducir la 0 las emisiones netas de gases de efecto invernadero», aseguró la conselleira, quien añadió que la receta de la Xunta para lograr estos objetivos pasa por dotarse de herramientas ambiciosas y efectivas, como la propia EGCCE 2050, para afrontar los tres grandes retos de la sociedad actual: el cambio climático, la gestión de los residuos y el aprovechamiento sostenible de los recursos.
Así, Vázquez subrayó que Galicia acaba de cerrar «el círculo» marcado desde la UE al dotarse de dos nuevas herramientas clave: la Estrategia Gallega de Economía Circular 2020-2030 y el anteproyecto de la Ley de Residuos, documentos que ayer mismo recibieron el visto bueno del Consello da Xunta.
Con esta triple receta, según explicó Ángeles Vázquez, la Xunta está convirtiendo a Galicia en parte de la solución al problema del calentamiento global, hasta conseguir una transición energética sostenible, y a la vez en un referente en el proceso de cambio del actual modelo de consumo y de uso de los recursos naturales hacia otro más eficiente y sostenible.
En materia energética, la responsable de Medio Ambiente volvió a poner a Galicia como ejemplo por su «firme compromiso con las energías renovables». Un compromiso, incidió, que se traduce en hechos, como que sea la segunda región española que produce más energía de fuentes limpias o que el 56% de su generación eléctrica sea electricidad renovable. Respecto a la producción de energías renovables, la titular de Medio Ambiente reveló que el nivel productivo gallego es «más alto que el de la mayoría de países europeos y similar al de otros de primer nivel en cuanto a patrones ambientales, como Suecia».
Asimismo, la conselleira reconoció que la riqueza natural de la comunidad no solo es un patrimonio de incalculable valor, sino también un gran aliado en la lucha contra el cambio climático. Pero advirtió que mismo en esa «Galicia verde y azul» ya se están percibiendo cambios, que se manifiestan en las temperaturas, en la distribución de la lluvia a lo largo del año o en los fenómenos meteorológicos extremos.
Esta constatación de que en la comunidad también se están haciendo visibles los efectos del calentamiento global, precisamente, llevó a la Xunta de Galicia a asumir la lucha contra el cambio climático y la necesidad de afrontar a medio plazo una transición energética progresiva, justa y sostenible como una de las máximas prioridades de acción de su gobierno.
De hecho, Galicia fue una de las primeras comunidades españolas en ponerse a trabajar en esta línea y, como recordó la conselleira, también es una de las pocas -concretamente, la cuarta- que ya tiene aprobada su propia hoja de ruta para hacer frente en las próximas décadas a este fenómeno medioambiental. El reto principal de la EGCCE es conseguir la resiliencia y avanzar hasta alcanzar en el año 2050 el objetivo de la neutralidad climática, haciendo hincapié en la capacidad del sector forestal gallego y del medio rural para lograr estos objetivos. De hecho, Galicia es la cuarta comunidad que más redujo sus emisiones GEI desde 1990.
«Claro está que necesitamos actuar para hacer frente al cambio climático», advirtió la conselleira, quien aprovechó su presencia en una cumbre internacional de máximo nivel en esta materia para hacer un llamamiento a que la actuación de las autoridades competentes sea «global, porque todos somos parte de un único planeta».
 
Participación del Sergas y el Xera
El evento organizado hoy por la Xunta en el marco de la COP25 también contó con la intervención del gerente del Servicio Gallego de Salud (Sergas), Antonio Fernández-Campa, y del director de la Agencia Gallega de la Industria Forestal (Xera), José Ignacio Lema Piñeiro. Bajo el título «La trayectoria del Sergas como impulsor y referente para alcanzar la sostenibilidad y la resiliencia, una propuesta para repensar,» Fernández-Campa habló sobre la transformación que experimentó el sistema de salud pública de Galicia desde la aprobación de la primera Estrategia Sergas 2014, a la que se le dio continuidad con la Estrategia 2020, y que definieron los objetivos estratégicos y las líneas de actuación a seguir para consolidar un modelo sanitario innovador, sostenible y centrado en los ciudadanos.
Del mismo modo, el gerente del Sergas ahondó también en los trabajos previos y de diagnosis que se están haciendo para dotar al sistema de salud gallego de su propia Estrategia de Economía Circular, un plan estratégico en la línea del documento marco que aprobó la Xunta ayer, pero adaptada a las necesidades específicas que presenta en este sentido el ámbito sanitario.
Para cerrar el acto, el director del Xera hizo una presentación titulada «Contribución de la industria forestal a la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible y las metas fijadas en el Acuerdo de París». Dicha exposición se centró en la importancia que tiene este sector en la transición hacia economía circular, la mitigación del cambio climático y la fijación de población en el rural, favoreciendo la prosperidad al proporcionar productos y servicios renovables. El término «sostenibilidad», como recordó Lema Piñeiro, se acuñó en la industria forestal.
Por esta razón, la Xunta trabaja con la cadena de valor, en un esfuerzo compartido ya que la industria forestal es la palanca de cambio que ayudará a resolver las demandas actuales de la sociedad mejorando las viviendas; proporcionando mejor alimentación y embalajes sostenibles; revolucionando la industria textil con tejidos basados en madera; aportando nuevos productos sanitarios que democraticen el acceso a la higiene; u ofreciendo nuevas soluciones energéticas y materiales que eviten el consumo de derivados fósiles.